lunes, 18 de diciembre de 2006

Anoche...


Anoche cuando dormías
eche un vistazo a tu corazón
y llore al ver que allí no existía
que estaba en el cajón de personas pasajeras
donde están las estrellas fugaces,
las que usas una vez y luego las desechas.

Anoche cuando dormías,
clavé un puñal en tu corazón
me bañe con tu sangre
la que creía mía y ahora de nadie es
cante al ritmo de tus ojos aterrorizados
y baile al son de tus manos tratando De detener
la hemorragia de retorcidos pensamientos saliendo de ti.

Anoche cuando morías,
tus lamentos me llenaron de vida,
tu dolor fue mi alegría,
tus gritos cerraron mi herida
y un golpe en tu yugular termino con tu agonía.

Anoche cuando yacías
en la cama húmeda y fría
con sabanas teñidas de rojo,
admire tu cuerpo ya sin vida
y con un beso en la mejilla me despedí de aquel cuerpo,
de aquel cuerpo que hace un minuto me lleno de alegría,
pero que un segundo destruyo todo en lo cual creía…

1 comentario:

mariana dijo...

bueno que te puedo decir lo que dices me llego por que es verdad me he sentido igual y aunque nunca he llegado a escribir algo asi lo he pensado asi que sige asi me gusta esa parte retorcida de ti es genial.