martes, 27 de julio de 2010

La Despedida...


¿Nunca han sentido como que el mundo se paraliza? ¿Que cada paso que dan es una puñalada en el corazón? ¿Que han llorado tanto que ya no te salen lagrimas, que ya las gastaste todas? ¿Alguna vez han sentido un frio pesado, punzante, terriblemente doloroso en el pecho? ¿Como si la esperanza se evaporara? Tal como el ultimo brillo en los ojos de alguien que acaba de morir… bueno aun así, no puedo describir ni la mitad de lo que sentí ese día…

Las despedidas son duras, pero aquella fue desgarradora… fue un domingo, uufff!!! Como odio los domingos, son solitarios, aburridos y tristes… sin embargo aquel 17 de enero no solo fue un domingo cualquiera, fue el día en el que el alma se me partió en pedacitos y se quedo allá… en cada rincón que fuimos, en cada lugar que pisamos, pero sobre todo en aquella entrada de aeropuerto, la entrada de migración para ser más exacta, aquella donde sentí su último beso sabor a lagrimas, su aroma, su abrazo y finalmente sus dedos deslizándose sobre los míos con una mirada que decía mil palabras a la vez… “Quédate”, “Te Amo”, “Espérame”, “Brujita”, “Te Amo…”

Recuerdo que hice la maleta en la madrugada, que me obligaba a pensar en lo que fuese para tratar de no llorar, que no podía hablar porque sé que no saldría ni una palabra, solo un montón de lágrimas… solo quería estar abrazada a él, sin hablar… solo sentirlo… Esa noche durmió conmigo, no quería despertarme, no quería que su cuñado dijera estoy listo, vamos… no quería salir y montarme en el carro, pero lamentablemente… había llegado la hora… él estaba muy nervioso, caminando de un lado a otro, llevándose las manos a la boca como tratando de calentarlas, mirando a todas partes y a ninguna en particular en el jardín de su casa, yo solo lo observaba recostada al carro… creo que como yo, estaba distrayéndose para no llorar… me monte en el asiento de atrás del auto y en el asiento de pasajero… hubiera querido que fuera detrás conmigo, pero por una estúpida costumbre que nunca he entendido tuvo que ir delante… en todo el camino wow! No sé como hice el esfuerzo de no romper a llorar en ese asiento con su mano sobre la mía… trataba de no mirarlo por el retrovisor porque sabía que no soportaría ver su cara y no llorar, solo respiraba profundo y miraba por la ventana… como agradecía aquella brisa helada que secaba aquellas lagrimas que trataban de salir y mi mente que repetía una y otra vez “No llores, no llores, piensa en otra cosa” JA! Piensa en otra cosa? Si claro! Como si pudiera hacerlo… cada aviso de “aeropuerto” impedía que “pensara en otra cosa”, era como un paso más cerca a la hoguera, creo que ese día sentí lo que muchos años atrás vivieron las brujas y herejes cuando iban a su ejecución… creo que a mí me dolió mas, y eso que no me quemaron, supongo que hubiera dolido menos… no lo sé… cuando me baje ya la brisa no podía secar mis lagrimas, y muchísimo menos ese abrazo tan fuerte y repentino en medio del estacionamiento, no necesitaba hablar para saber que estaba diciendo… ese abrazo decía… mmm no… ese abrazo GRITABA! “Quédate… No te vayas… Quédate… Te Amo…” No puedo describir el dolor que sentía en ese momento, sentí como si sacaran TODO dentro de mí, todavía puedo sentir ese espacio vacío, un espacio en el que solo cabes tú, porque tiene tu silueta…Cada paso que dábamos a aquella maldita puerta de migración se hacía mas y mas difícil… quería que bombardearan el sitio, que cuando me chequeara me dijeran su vuelo se ha cancelado indefinidamente, o para no irme tan lejos que algún ladrón pasara corriendo a mi lado me quitara el pasaporte de las manos y lo destruyera, solo quería que pasara ALGO!, lo que fuese que me retuviera ahí un día, 1 hora, 5 minutos más… lo que daría ahora por volver a estar con él solo 5 minutos más, volver a sentir sus labios, sus manos, escuchar su risa, que sus ojos me miren fijamente.

Sabíamos lo que vendría, como sabrán, siempre después de un hola viene un adiós… bueno, ese no fue un adiós… fue un hasta pronto… un hasta pronto que a veces siento como siglos, eternidades enteras, un hasta pronto que duele hasta lo más profundo de mi alma, si es que aún queda parte de ella en mi… en fin, se que un día ese hasta pronto se convertirá en un… “vine para quedarme…” por ahora, no puedo olvidar aquella silla helada y mi mirada perdida, pensándote, imaginándote camino al carro con tu cuñado, llorando supongo… estaba sentada tratando de asimilar que pasaría mucho tiempo para volver a verte, asimilando el porqué debía irme, y el porqué una tarjeta telefónica valía 50 pesos jaja! Aunque eso no viene al caso… el caso es que aun puedo sentir tu suéter tratando de darme calor, pero que va! El frio todavía hoy lo siento…

Lo que paso después no tiene mucho que explicar… pueden imaginárselo… me subí en aquel avión en contra de mi voluntad, no pare de llorar hasta que aterrice porque no quería que mi mama me viera así… pufff!! Que idiota, como si no fuera a darse cuenta… mis ojos y la hinchazón de mi cara podían contar la historia… pero créanme que nada ni nadie podía contar como me sentía en ese momento… como dije antes ese día y aun hoy mi cuerpo están aquí… pero el resto de mi esta allá… esta a su lado… esperándome para volver a estar completa de nuevo.

Aquel fue el día en el que descubrí que la tristeza, la desesperanza y el dolor si podía ser más fuerte de lo que imaginaba, de lo que en mi vida había sentido por nada… Si me hubieran dado un balazo en el corazón estoy segura que hubiera dolido mucho menos que el dolor que siento ahora, dolería muchísimo menos que esta maldita distancia, que estas ganas de tenerte y la maldita impotencia de no poder hacerlo. Alguna vez alguien dijo: “Uno siempre cree amar a alguien, pero cuando estuviste a punto de perderlo o te toca separarte de él, ese amor se intensifica mil veces más…” yo agregaría: “y deja de ser amor, se convierte en algo mucho más grande que eso…” en realidad lo dijo un hombre que estuvo a punto de morir, y en los que creyó eran sus últimos momentos no dejaba de pensar en su familia … Ese exactamente es mi caso, solo que en otro contexto… Aquel día cuando me fui, cuando tuve que montarme en ese avión y regresarme, no solo mi amor se intensifico mil veces más, dejo de ser amor… se convirtió en una palabra MUCHO más fuerte, más real y más profunda… una palabra que aun no sé si existe, pero sé que es más que amor… Sinceramente ya no lo extraño, extrañar se volvió una palabra muy pequeña, demasiado… Bueno en si ya no quiero extrañarte, duele mucho… aunque no se que duele más, si extrañarte o necesitarte… el punto es que ahora no te extraño, TE NECESITO… si, te necesito… como una maldita planta necesita al sol para hacer fotosíntesis y sobrevivir, bueno yo te necesito a ti para poder sentir que de verdad estoy viva, que puedo funcionar como una persona normal… Maldita sea! Te necesito para vivir… ya no quiero verte a través de una computadora, ya no quiero escucharte al teléfono, ya no quiero mandarte postales, ya no quiero llorar en silencio cada noche como una maldita idiota… NECESITO verte, tocarte, sentirte, pellizcarme y saber que no es mi imaginación nuevamente haciéndome verte en todas partes… Te Necesito Muyu…

Dicen que el amor supera y soporta todo… Si es verdad… Estaban en lo cierto… si no lo amara créanme que hubiera renunciado hace muchísimo tiempo, que no me molestaría en sentir ni pensar, que nada me importaría, que este escrito no existiría… pero aquí estoy con un dolor abismal por no poder estar con él, al menos físicamente, con un amor tan gigante!, bueno no amor… como dije ahora para mí es un sentimiento mucho mayor, mucho más hermoso que el amor, no se la palabra exacta, creo que aun no existe… pero sé que amor es una muy chiquita, estoy amándote tanto que duele y a la vez, aunque suene contradictorio me hace sentir la mayor, oscura e intensa felicidad… Aquí estoy… sentada, escribiendo, esperando, pensando, soportando, amando… ESTOY… paciente como un acechador estudia a su presa y espera el momento justo para cazarla… Aquí estoy esperándote… sin miedos, con amor, con sangre, con luz, con oscuridad, con sueños… Estoy aquí… Te necesito para vivir…



TE AMO...!